El chileno Alfredo Sfeir-Younis nos dice:
“La globalización está guiada por valores estrictamente individuales, cuando, por el contrario, la globalización es el ámbito mas claro de lo colectivo. Hablamos de una ‘villa global’, pero no funcionamos con valores colectivos y globales, para hacer que los que viven en dicha villa tengan posibilidades de éxito, o simplemente de sobrevivencia. Los valores que guían a la libre competencia, al comercio internacional y al intercambio de bienes, servicios e individuos, son eminentemente personales y egoístas. Estos valores se esconden detrás de la figura de un gobierno, o de una corporación internacional, dando un dejo de movimiento hacia lo colectivo.
Esto es solamente la pantalla. La cosa de fondo es un individualismo extremadamente fundamentalista. Como resultado, vemos la exclusión de millones de personas que forman la masa de pobreza, miseria, y hambruna en todo el mundo, incluyendo el mundo de los países llamados industriales o desarrollados.
Los valores del colectivo –como son los de amor, compasión, fraternidad, igualdad, entrega, servicio, etc– son básicamente olvidados. Por lo tanto, a pesar del debate que podamos tener acerca de nuestras realidades colectivas, en la práctica lo colectivo es un residuo mal generado de las transacciones individuales. En suma, el óptimo colectivo no está siendo generado como la suma de los estados óptimos individuales. Algo más se necesita para alcanzar el óptimo colectivo”
*Alfredo Sfeir-Younis es chileno y economista. Trabaja para el Banco Mundial. Las opiniones y propuestas hechas en este artículo son solamente del autor y no deben ser atribuidas al Banco Mundial o sus instituciones afiliadas. Los errores y omisiones son también del autor.
La observación de este autor chileno me facilita la interpretación de lo que denominamos el paradigma de la Escasez, un fundamento que ha generado arraigo cultural y es el motivo de tanta lucha por el ¨bien escaso¨.
El ser humanos prioriza la acción individual –fundamentada en el temor- que lo mantiene en el paradigma de la escasez, cuando se ha visto imposibilitado de desarrollar las capacidades que lo acerquen al paradigma de la abundancia.
Desde esta concepción proponemos un abordaje integrador y metainteligente que nos eleve, inspire y entusiasme. Diseñando herramientas prácticas para ¨vivir el ejercicio de la profesión¨ dentro de un modelo que supere los hábitos que nos separan y nos limitan en el desarrollo de la riqueza abarcativa.
El Bien y el mal:
Y nos agrega Jalil Gibran.
“Eres bueno cuando eres unido con ti mismo. Pero cuando no lo eres no eres malo. Porque una casa dividida no es un antro de ladrones; sólo es una casa dividida. Y una nave sin timón puede vagar sin rumbo entre islas peligrosas pero hundirá en el fondo.
Eres bueno cuando te esfuerzas por dar de ti mismo.
Pero no eres malo cuando buscas ganancia para ti mismo. Porque cuando te esfuerzas por ganancia sólo eres un raíz que agarra la tierra y le mama el pecho. Claro que la fruta no puede decirle al raíz, «Sé como yo, madura y completa y siempre dando de tu abundancia». Porque para la fruta dando es una necesidad, como recibiendo es una necesidad para el raíz.
Eres bueno cuando estás totalmente despierto en tu habla.”
lunes, 17 de noviembre de 2008
Valores en la Globalización
Motivación
En ocasiones he escuchado conversaciones donde se relaciona la autoestima con la motivación personal, un concepto que muchas personas asemejan con el amor a si mismo. En nuestras indagaciones personales hemos buscado corroborar dichas expresiones o los contenidos de las mismas, encontrando ciertas o sutiles diferencias que nos gustaría compartir.
Encontramos satisfactorios que se desgrane la motivación en al menos tres áreas:
· La Intrínseca: es definida interiormente por el DEBER. La experimentamos en el “Hacer” y/o en el “ Decir “. Cada uno de nosotros vivencia y comunica así sus modelos mentales.
· La Extrínseca: definida a través del SENTIDO que otorgamos, encontramos o declaramos respecto de aquello que hacemos desde nuestras labores diarias.
· La Trascendente: definida por el AMOR que se pone en juego cada vez que convocamos las fibras más intimas de nuestro ser para alcanzar los objetivos. No se trata de emociones. Es una dimensión “ reservada “ a nuestra intimidad y como tal muy pocas veces compartida en la conversación, allí residen nuestros anhelos más íntimos.
¿Cuál de ellas se podría referir entonces a la autoestima?
Surge inmediatamente la intrínseca como la más adecuada o emparentada. Esto se fundamenta en que los seres humanos –siguiendo a Maslow- buscamos el reconocimiento ajeno, de alguna manera somos incentivados desde muy pequeños a realizar diversos actos que sean conducentes y logren aprobación por parte de los mayores, en particular de los significativos afectivamente. De esta forma, al recibir la aprobación nos sentimos muy bien, nos sentimos reconocidos, nos sentimos amados.
Así, nuestra autoestima crece y se afirma.
Sin embargo a medida que abandonamos la dependencia de los seres que nos criaron, y aunque nuestra independencia física y económica se afirme, podemos -al mismo tiempo- continuar demandando del mundo externo el reconocimiento para nuestras acciones.
Muchos líderes mantienen estos hábitos.
Cuando trabajamos inquirimos varios diferentes tipos de reconocimientos.
El material, ligado a la supervivencia o la realización profesional que es extrínseco. También el reconocimiento de nuestras habilidades y del esfuerzo con que nos involucramos. Conocemos que cuanto mejor realicemos estas funciones o habilidades mejor recompensa (o reconocimiento) obtendremos. Estas pautas son ya culturales, se han instalado y se transmiten de generación en generación. Enseñamos a nuestros hijos estas pautas transformándolas en valores, pues conocemos que el bienestar depende en gran medida del éxito en ese camino. Cierto también es que muchas personas no experimentan estas mismas declaraciones.
La propuesta consiste en despertar al descubrimiento de que mientras reforzamos nuestras aptitudes operativas para ser reconocidos y aprobados –consolidando así nuestra autoestima- podríamos estar dejando de lado una motivación mucho mas honda que reside en todos nosotros.
Se trata de la motivación trascendente, fuente de la mayor realización humana.
La búsqueda se consolida cuando las motivaciones se alinean y aparecen entonces las condiciones propicias que facultan a los individuos, grupos y organizaciones a realizar acciones ordinarias, obteniendo resultados extraordinarios. En estos casos la motivación es un bien abundante.
Organización de las Tareas - Heterogeneidad
Habitualmente subdividimos las tareas diarias con el siguiente criterio:
- Tarea individual. Es aquella que no delegamos, la asumimos como propia.
- Tarea de coordinación. Aquella tarea donde se hace necesario interactuar con otros, sea delegando o interactuando
- Tarea de reflexión y aprendizaje. El espacio donde observamos el juego, analizamos nuestras prácticas buscando áreas de mejora, cambiamos de juego o innovamos con juegos nuevos.
¿Otorgamos similar importancia a todas ellas?
Muchos consideran la tarea individual como relevante, de esta forma requieren cierta perspectiva o distancia respecto de otros. Requieren espacios separados, puertas cerradas y otras necesidades para ser efectivos.
Aún así también exhortan o demandan a otros pues tarde o temprano reconocen que no están en condiciones de hacer todo lo que se requiere por ellos mismos, incluso si lograran hacerlo solos, este proceder, se presentaría como un limite al crecimiento.
De alguna manera terminan por aceptar que necesitan de otros, sin embargo la inteligencia requerida para el trabajo individual difiere de la preponderante en el trabajo interdependiente o de coordinación. Similar situación se presenta en la reflexión que conduce al aprendizaje.
¿La creatividad es provista por cual de las Inteligencias?
Nuestra propuesta acerca fundamentos para considerar la metainteligencia como el camino idóneo y superador.
Muchas organizaciones poseen enorme cantidad y calidad de inteligencia para la tarea individual, pero falla el abastecimiento de inteligencias para la coordinación y la reflexión. ¿De este modo se consigue maximizar la riqueza?
Hacer Empresa - Tridimensionalidad
En nuestro estilo de “Hacer Empresa” se suceden a diario todo tipo de acontecimientos que al indagarlos o clasificarlos, podrían quedar encuadrados dentro de la siguiente clasificación:
- Preventivos
- Contingentes
- Creativos
Describen elecciones que realizamos al definir “qué hacer”, “para cuando hacer“, “cómo cambiar el hacer“. Son campos bien diferentes que convocan diversas Inteligencias. En algunas oportunidades, se producen “atascamientos” en la convocatoria, se dificulta la elección acerca de cual inteligencia usar según se corresponda con la circunstancia.
Puede requerirse actuar preventiva, contingente o creativamente, incluso con combinación de dos o más de las inteligencias que se correspondan con dichos requerimientos. De esta manera se complica la ¨circulación¨ y no se llega a tiempo con la propuesta o respuesta adecuada.
Tener conciencia de estas dimensiones es un primer paso en el camino que buscamos proponer. ¿Qué inteligencias son las apropiadas en la tarea preventiva?, serán las mismas que en la contingente? Obtendremos un buen resultado si aplicamos estas últimas o si utilizamos la inteligencia apropiada a lo contingente para la tarea creativa?
Podría ocurrir que disponiendo de una caja con abundante cantidad de herramientas, pretendamos utilizar casi siempre un destornillador “multiuso”, es así como las herramientas, aún aquellas que se rotulan de buena calidad sufren deterioro y se estresan por uso inadecuado. Hasta se atrofian. Es músculo que se pierde o que no se encuentra entrenado cuando se lo requiere.
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