¿Estamos realmente aportando a la Evolución con nuestro trabajo?
¿Puede haber Progreso sin Evolución? ¿Las herramientas del management nos orientan hacia el progreso con evolución?
Al considerar estas preguntas puede resultar de interés reflexionar sobre el modo que la sociedad post moderna (marketing, publicidad, etc) busca dar solución al sin número de requerimientos humanos. Se identifican en la vida diaria diferentes acciones orientadas al Progreso individual y social que interrogan sobre el contenido de la Conciencia Evolutiva como medio de sustentabilidad. Puede que el Ser –aquello que sos- no se encuentre presente en lo que Haces.
Como introducción a esta nota te comentamos que sobre el final del pasado mes de noviembre la Asociación Argentina de Marketing realizó la selección final y entrega de los premios Mercurio(1)
En la nota periodística el Presidente de la Asociación Guillermo Oliveto (2)( comparte con los lectores lo que denomina “Tiempos de Cambio”. Oliveto propone considerar los tiempos del marketing que se avecina como inscriptos dentro de un nuevo paradigma cuyos impulsores serían:
- Progreso sustentable
- Libertad responsable
- Consumo eficiente
- Conciencia Colectiva
Realizando un aporte desde Metainteligencia inscribimos estas propuestas en el marco de conversación –aún poco presente en los medios de prensa masivos- sobre la bifurcación de caminos que significa priorizar la atención al Progreso incluyendo o no la atención a la Evolución.
Proponemos reflexionar acerca de cómo estas dos vías de movilidad direccionan, condicionan y/o agregan motivación, bienestar y efectividad en aquello que realizamos con nuestro trabajo diario.
Veamos en primer lugar que entendemos como Progreso. Los avances tecnológicos de manera general y en particular en algunas disciplinas como: medicina, educación, seguridad pública, transporte, higiene social (cloacas, agua potable, energía renovable)y otros, se convierten en indicadores que incrementan el bienestar de la población en general. Se aumenta de esta forma el promedio de vida, se disminuye la posibilidad de epidemias o pandemias, se disminuyen tiempos de traslado a través del transporte público, se accede a formación educacional con facilidad creciente y también pueden reducirse –en algunos casos- los índices de contaminación, se mejoran la conservación y la calidad de los alimentos, etc. Denominamos el avance de estos factores como Progreso.
Más específicamente podemos señalar a este acontecer como: los efectos positivos del Progreso.
Sin embargo, al mismo tiempo, conocemos que la tecnología puede ser utilizada de manera semejante en un sentido opuesto al citado anteriormente. Surgen así los avances en militarización que producen más muertes con menor esfuerzo, explotaciones de recursos naturales de carácter intensivo sin evaluación de consecuencias futuras, y contaminaciones planetarias de gran escala como ocurre con el agua o situaciones más severas como las consecuencias ambientales negativas entre cuyos efectos se encuentra el calentamiento global.
La tecnología así descrita (en un sentido positivo o negativo) resalta las bondades y limitaciones de la Inteligencia Mental en los seres humanos.
Es un hecho que desde el acontecimiento histórico que dio lugar a la Revolución Industrial, la acumulación tecnológica es el modelo más efectivo que el Hombre ha encontrado como vía de acceso al progreso. Progreso es símbolo de acceso a bienes y servicios que brinden a las personas un bienestar creciente. Sin embargo a diario comprobamos que dichas aspiraciones son viables, de manera general, para un porcentaje creciente pero aún muy bajo de la población mundial.
Mientras unos millones avanzan otros cientos de millones tienen enormes dificultades y hasta sufren la imposibilidad de acceder generándose en todas partes del globo situaciones de injusticia con sus correspondientes reclamos. Se verifica de esta forma que la tecnología, como símbolo del progreso, facilita el acceso al bienestar y al mismo tiempo discrimina. La tecnología nos deja en ocasiones satisfechos y muy pronto –debido a su breve vigencia- nuevamente nos sentimos descolocados, nos atrasamos tecnológicamente y nos parece que quedamos fuera ¿porqué?
Según nuestro punto de vista el dominio exacerbado de la mente, que se manifiesta en la acumulación tecnológica y su cambio acelerado, no puede conducir a procesos armónicos o sustentables. Se requiere de otro componente que aporte equilibrio.
Es el momento oportuno de convocar a la Evolución y vale preguntarse:
¿Es el progreso acelerado un sinónimo de evolución? ¿Qué significa evolucionar? ¿Existe interés en evolucionar en un sentido más consciente? ¿Cambio o cambio acelerado es sinónimo de transformación?
Según las definiciones académicas evolución en los seres vivos significa cambios que se verifican de generación en generación.
Profundicemos siguiendo esta línea. Desde nuestra perspectiva los cambios de generación en generación pueden referirse tanto a aspectos cosméticos como profundos. Entre los primeros situamos a los cambios de aspecto físico, muchos de ellos provocados por cambios alimenticios. Ejemplos de esta particularidad son los aumentos de consumo en alimentación “chatarra” o en contrario las “ondas verdes” entre cuyos principales exponentes se encuentran los alimentos ecológicos. Cambio cosmético puede referirse también al acceso simple para informarnos. La web –como modelo- facilita el acceso a la información, sin embargo puede permanecer en el cambio cosmético cuando al mismo tiempo facilita la distorsión de valores esenciales. Así podemos prestar atención a como brotan los disvalores asociados con cierto tipo de información. Veamos otro ejemplo: se vive más tiempo, se envejece por más y más años, pero de igual modo se desvaloriza la vejez haciendo intentos desesperados por frenar “el paso de los años”. En el ejemplo la apariencia física se torna símbolo de cambio, de hecho es cambio cosmético o superficial.
En contrapartida a lo cosmético ¿Qué significa entonces cambio profundo?
Para responder invitamos al lector a visualizar un giro o -mejor aún- el atajo para cubrir un espacio relativamente corto entre la cabeza y el centro de nuestro pecho.
Según nuestra perspectiva, cambio profundo es transformación. Esta, genera Evolución Humana y significa el despertar de las inteligencias más hondas y clarividentes de que disponemos como especie. Es, en otras palabras, apertura de “corazón”.
Evolucionar, transformar, es encontrar el progreso sustentable y representa el re descubrir de la quietud. Quietud o Conciencia que se anida desde siempre, eternamente en nosotros.
Nos referimos al Ser. Lo que en verdad somos.
Asociar Progreso con Evolución es alinear la manifestación de lo que Es. Significa impregnar con lo inmanifiesto el mundo manifiesto. Significa acentuar la Sabiduría en la acumulación tecnológica.
Elevar nuestra condición Humana es Evolución profunda. Significa Ser en primera instancia. Encontrar nuestra identidad verdadera y promover la sabiduría que en ella se arraiga para impulsar el Hacer que todo Progreso requiere.
Trasladando estas apreciaciones al ámbito de nuestras tareas cotidianas proponemos identificar el Progreso con nuestros propósitos externos. Ellos simbolizan la materialización de las propuestas infinitas que se traducen de manera general como ofertas de productos y servicios.
Del mismo modo identificamos la Evolución con nuestro propósito interno. Significa encontrar la verdadera identidad, el Ser, la Fuente que es el origen y fin último de nuestro existir. Significa traer la Vida inmanifiesta, la inteligencia universal, al mundo manifiesto.
El Ser en el Hacer!!
(1) Esta información fue publicada por el diario La Nación en un suplemento del domingo 29 de noviembre dedicado al marketing.
(2) pág. 2 la Nación Marketing 29 de nov. 2009
Detalles acerca de la Consciencia aquí.
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